abril 30, 2007

A llorar a los velorios


Cansados de recibir mails acusándonos de la desaparición del website del Concepto DFyD en general y de Martín Aon y Alejo Salem en particular, nos vemos en la obligación de proclamar la verdad que los supracitados le negaron al mundo.

Si bien Aon y Salem comparten más vicios que gustos, hay que decir que ambos sienten una seria admiración por un gran número de duplas históricas, como por ejemplo Lennon y Mc Cartney, Jimmy Page y Robert Plant, Beillinson-Solari, Churchill y Stalin, Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta, Graciela Alfano y Matías Alé, Sacco y Vanzetti, Alejandro Dolina y Guillermo Stronatti, Porcel y Olmedo, Abbott y Costello, Ortega y Gasset, Pinky y Cerebro, Neo y Trinity, Agulla y Bacetti, Pelopincho y Cachirula, Borges y Bioy Casares… La lista es demoledora e inoperante, según atestiguan las paredes de lo que fue la Redacción Editorial del Concepto DFyD.

Sirva como ejemplo de esa admiración el poema "Quémenme", de Salem, que según el autor fue inspirado en el "Shoot me" que grita Lennon (¿alguien le hará caso a Salem, como Chapman obedeció al Beatle?). Martín Aon, por su parte, se entreveró con cuanta renga pudo con tal de parecerse a Mc Cartney.

Y como la mayoría de las grandes parejas, un buen día se separaron. Nadie fuera de ellos sabe quién hizo de Yoko Ono. Sospechamos (como casi todo el que lo conoce) del Sr. Cito –webmaster de la primera hora- y de una de las secretarias.

Lo cierto es que siempre tuvieron el sueño de convertirse en una de esas parejas cuyo despliegue de creatividad supere y anule a los precedentes generando una nueva historia, madre de entusiastas corrientes de pensamiento que los tendrían por modelo durante milenios.

Nos consta que no lo consiguieron.

Sin embargo, algo queda de ellos. Martín Aon volvió a sus orígenes y abrió una página personal manifestando que "más que resucitar prefiere que no lo claven". Y Alejo Salem debutó –luego de fallar con un prototipo- con un blog donde asegura que su voluntad "tiene los pies redondos" .

La historia los juzgará –antes o después de la justicia ordinaria- y con seguridad los condenará al olvido, lugar donde los llaman por su nombre y les sirven lo de siempre.

Nosotros, por nuestra parte, somos los titulares legales de la marca "Concepto DFyD", de manera que iremos rescatando lo poco rescatable que había en el antiguo sitio para traerlo hasta acá.

Comando Mocho.
Y a llorar a los velorios.